Pagliano

Pagliano

En 1838 surgió en Italia un medicamento que adquiriría fama mundial. Se trata del “Sciroppo Antacido Britannico di lLunga Vita”, que  pronto pasó a denominarse “Sciroppo Pagliano Centerbe di Lunga Vita” y finalmente se conocería como “Sciroppo Pagliano” o en español Jarabe Pagliano a secas.

Se anunciaba como depurativo y limpiador de la sangre, siguiendo la teoría en boga a mediados del siglo XIX de la necesidad de eliminar los males humores o sustancias tóxicas del cuerpo. Decía que curaba a los enfermos, y a los sanos les preservaba de las enfermedades y de la vejez.

El  inventor del producto fue un farmacéutico, médico o químico, no se sabe muy bien, llamado Girolamo Pagliano. (Genova, 1801 – Florencia, 9 septiembre 1881)

No he sabido encontrar ninguna representación de este interesante personaje salvo su busto en su tumba en el cementerio de Florencia, “Cimitero delle Porte Sante” obra de Domenico Trentacoste, un escultor napolitano desplazado a Florencia, como el propio Girolamo Pagliano.

Por un breve comentario del escritor francés Alexandre Louis, llamado l´Abbe Pougeois, en su obra “Histoire de Pie IX  Son pontificat et son siecle” publicada en 1886, cuando Girolamo hacía poco que había fallecido, conocemos algo el talante de nuestro personaje.  No sabemos si llegó a conocerlo, aunque lo describe como “un anciano florentino, pálido y delgado, con salud de hierro, que vivía como un anacoreta y trabajaba sin descanso“, con quizás cierta exageración añade que “enviaba de dos a tres mil envases diarios de su jarabe a todas las partes del mundo, sobre todo a America del Sur”.

Girolamo Pagliano, al que los franceses llamaron Jérôme y los españoles Jeronimo, era de origen genovés, nacido en 1801 en el seno de una rica familia de mercaderes, pero afincado en Nápoles con su madre y demás familia. Parece que de joven abandonó a su esposa y a sus tres hijos, viajando por Francia, estudiando medicina en Paris y Montpellier. Paralelamente debió formarse en el “bel canto” y estudiar música, pues fue en este campo donde inició su trayectoria profesional como barítono.

Al parecer durante su estancia en Nápoles, descubrió un remedio que preparaba un antepasado de la familia, y se interesó por él. Sería la base del Jarabe Pagliano y posiblemente la fuente de las discordias familiares que le persiguieron toda la vida, con su madre Emmanuella Paulino y su sobrino Ernesto Pagliano, que habían permanecido en Nápoles.

Hay otras versiones según las cuales el remedio pudiera estar inspirado en alguno que conoció en Francia, según otras en el Sciroppo Leroy, un purgante famoso del norte de Italia.

Tras unos años viajando, regresó a Napoles, pero Girolamo que ya se había independizado se trasladó definitivamente a Florencia, donde discurrió su vida sobre, la que dicho sea de paso, he encontrado pocos datos.

Girolamo en Florencia dilapidó sus bienes en el juego y con inversiones en bolsa, a la que era aficionado. Con su amigo Collodi, el famoso literato creador de la figura de Pinocho, eran habituales del Palazzo Davanzati, un edificio renacentista de Florencia que se había convertido en garito de juegos. Según algunos contemporáneos, llevaba una vida desordenada alternando periodos de trabajo y dedicación, con otros de vagancia y mujeres del mundo teatral. Emma Parodi, que retrata algunos rasgos de su biografía en un artículo de 1882, en la publicación de Torino “Gazzetta Letteraria”, lo describe como un individuo original, vestido de negro, con sombrero de copa , siempre rodeado de perros y gatos …

Una vez fracasada la carrera de barítono, pues era criticado y abucheado en sus actuaciones, aún tenía un as en la manga, su “jarabe”, que le sacaría de todos sus apuros y le convertiría en una de las mayores fortunas de Florencia. El inicio de la comercialización de su producto se sitúa entre 1838 y 1842.

Pagliano recomendó su jarabe, un laxante enérgico, como purgante, depurativo y “limpiador de la sangre”,  para evitar el «uso inicuo de las sangrías y sanguijuelas”

Decía de su remedio que “además de sanar los enfermos reputados incurables” (…), “sana cualquiera enfermedad por grave que sea”.  También decía que “conserva en buen estado de salud las personas que hagan uso de él”.

Girolamo vendía su jarabe para enfermedades de todo tipo: leves, graves, muy graves, crónicas, venéreas, tercianas, tuberculosis, epilepsia, tos ferina, gripe, tumores, úlceras, contusiones, cólera, etc.  En resumen era un curalotodo. Aseguraba también, que era capaz de resolver los problemas que afectaban la garganta de los cantantes y artistas dramáticos, pues tomado de día: «aclara la voz, da tono a la fibra, fortifica el pecho (y deja al actor) en estado de cantar bien la misma noche»

A mediados del siglo XIX no existían regulaciones estatales de medicamentos y su producto fue autorizado en Nápoles, aunque contestado en otras ciudades italianas, como Roma. A pesar de ello, vendió su jarabe en un piso de la plaza de Tavolini de Florencia con un éxito creciente. Luego durante largos años, en “casa Pagliano “ en vía Pandolfini 18. También instaló una farmacia cerca de su casa, que con los años se llamaría Farmacia Selva, (Romeo Selva fue el farmacéutico propietario desde 1934 y abuelo del titular actual) .

Farmacia Selva. Firenze, antigua farmacia Pagliano

 

 

  

 Rótulo comercial XIX en la Via Pandolfini

Repuesto económicamente con los réditos del jarabe que le proporcionó una gran fortuna, adquirió varias casas y palacios florentinos como las situadas en Via de Pandolfini, el Palazzo Galli Tassi, su residencia y almacén y un cercano edificio construido en el terreno ocupado hasta 1834 por la histórica prisión de Stinche, una sombría cárcel que había sido derribada hacía unos años y transformada en un amplio edificio. Pagliano lo adquirió en 1951 y en 1854 lo transformó en un teatro, que se conoció como Teatro Pagliano (desde 1901 Teatro Verdi). El nombre inicial que deseó ponerle y no cuajó era “Teatro Imperiale e Reale Arciduca Ferdinando” en honor al primogénito del gran duque de Toscana. Se inauguró el 10 de septiembre de 1854 con la obra Rigoletto de Giuseppe Verdi, una ópera entonces llamada Viscardello. En 1865 el teatro sufrió un incendio y Pagliano otra vez en periodo de vacas flacas se vio obligado a venderlo en 1868.

En su época de esplendor, Girolamo alcanzó mucha notoriedad en Florencia, como muestra una anécdota relatada por el mismo Abbe Pougeois:

“El ayuntamiento de Florencia cobraba a Pagliano , un equivalente a 12.000 francos anuales de impuestos, y el no se quejaba. De pronto le comunicaron un aumento hasta 30.000 francos. Pagliano llamó al portero del edificio y le pidió que colocara en la puerta un letrero que decía: “El Profesor Pagliano se va a Paris, su casa deja de estar en Florencia”. Los florentinos alborotados cercaron su casa, pidiendo jarabes, pero Pagliano permaneció inflexible. Sus 300 empleados se iban a quedar sin trabajo ….. .Al ver esto el ayuntamiento le llamó y le dijo que le bajaba el impuesto a 20.000 , a lo que él se negó y dijo que los 12.000 de siempre o que si no se iba. El municipio de Florencia cedió, y Pagliano se quedó“.

Para difundir su producto,  publicó unos libritos propagandísticos que resultaron ser unos “best seller” de la época y su mejor promoción, calculándose que en aquella época se publicaron más de cinco millones de ejemplares, en todos los  idiomas.

El más famoso fue: “La medicina per i padri di famiglia. Trattato sullo sciroppo antacido britannico”, con una primera edición en 1844 y sucesivas reediciones.

Pagliano, Girolamo
“La medicina per i padri di famiglia, o Il medico di se stesso e de' bambini” , ossia modo di preservarsi, evitare, curare e guarire le malattie a dati certi nel breve spazio di cinque giorni mediante la cura dello sciroppo Pagliano ... / Girolamo Pagliano
Firenze - per la Societa tip. sopra le logge del Grano, 1ª edición 1849

En 1871 publicó “Ciò che costituisce la forza di uno stato: ossia, la provvidenza degli uomini per vivere prosperi e felici”.

De la gran notoriedad del producto nos da otro ejemplo una carta datada entre 1848 y 1850 , del compositor Giuseppe Verdi , subastada en 2018 en la sala Sotheby´s, en la que solicita de un amigo de Florencia “poter acquistare lo sciroppo Pagliano, un purgante che si produceva a Firenze” .

Cuando falleció Girolamo Pagliano en 1881, los derechos de su invento pudieron pasar a sus hijos Enrico y Pietro Pagliano y a su hija Angiola Maria Pagliano. No está claro en qué circunstancias. No se llevaba bien con sus hijos, por lo que al parecer llamó como ayudante y nombró heredero a su sobrino Ernesto de Nápoles.  Al cabo de un par de años, según escribe la escritora y periodista florentina,  Emma Perodi parece que riñó con él y lo despidió.  Pero su familia de Nápoles al fallecer reclamó sus derechos, con ímpetu renovado, según se aprecia en las publicidades de la época.


Angiola Maria Pagliano. Foto proveniente dall'archivio Bruno-Borgia.

Circa 1890

Angiola María Pagliano se casó con un empresario farmacéutico, Edoardo Bruno, vinculado también con la fundación de Laboratorios Menarini, participó  en los juicios sobre la propiedad del Jarabe Pagliano  y luego le sucedieron  sus hijas  Maria y Matilde Bruno. Después de la II Guerra Mundial, estaba al frente Fabio Borgia, descendiente de Matilde Bruno que instauró una filial en Argentina, con unas pastillas para la tos y un laxante.

El Producto

Jarabe Pagliano (colección Serra Mandri circa 1927)

El Jarabe Pagliano, fabricado de forma artesanal entre 1838 y 1840, en plena época de “remedios secretos”, con los años, debido a su enorme popularidad y siguiendo las nuevas regulaciones estatales de medicamentos, se convirtió en un medicamento oficinal, con una formulación estable, que se incluyó en la tercera edición de la Farmacopea italiana (1902), y en el Codex francés. A finales de siglo una formula normalizada, ya aparecía en los principales recetarios farmacéuticos de todo el mundo. En 1971 aun constaba en el referente italiano de especialidades farmacéuticas llamado L´Informatore Farmaceutico. Desaparecería poco después.

Hay que tener en cuenta que la vida del producto fue muy larga, pues estuvo disponible más de 120 años. La formulación inicial del Jarabe de Pagliano de 1838,  “Sciroppo Antacido Britannico di lLunga Vita”, es una incógnita. Era un remedio secreto como tantos de su época.

Sus contemporáneos se esforzaron en deducir su composición, para mejor copiarlo. Los parientes napolitanos de Girolamo Pagliano,  como Ernesto Pagliano, su sobrino, que siempre defendería la  autenticidad de su copia, estaban en mejor posición que otros muchos falsificadores, para conocer los ingredientes y su método de fabricación.

Las descripciones del siglo XIX, no son muy fiables; parece que su aspecto era el de un líquido turbio, de color marrón, picante, con abundante depósito en el fondo y partículas gruesas de polvo de plantas en la superficie. Desde el punto de vista farmacéutico se trataba de un falso jarabe, obtenido mediante decocción de plantas, lo que se llamaba entonces un “apozema”.

Los ingredientes principales, eran todos laxantes: bayas maduras de Espino Cerval (Rhamnus cathartica), que se dejaban fermentar y exprimían. Otro ingrediente era el “Croccus metallorum”, un remedio ya discutido en su época, que se obtenía a partir de sulfuros y oxido de antimonio que si se infunden con vino, se obtiene un vino vomitivo y purgante . Contenía polvo de Escamonea ​ (Convolvulus scammonia),  una planta de la familia Convolvulaceas originaria del Mediterráneo oriental, que tiene poderos efectos laxantes. Resina de Jalapa ( Convolvulus officinalis), planta mexicana de la misma familia , con fuertes efectos purgantes. Tamarindo (Tamarindus indica) un árbol, cuyo fruto es también un laxante, y Ruibarbo ( Rheum rhabarbarum) con el mismo efecto.

Otro ingrediente era la Cassia. Los recetarios franceses (Dorvault 1866) indican “Casse”;  los alemanes “Holzkassie “, que correspondería a la Cassia lignea o Canela de China, producto que debía dar el sabor aromático agradable que algunos contemporáneos mencionan.

Cassia lignea - casia de madera. Generalmente se considera una variedad de canela más barata y de menor calidad que la corteza de canela. Proviene originalmente del sur de China. Tiene un perfume parecido.

Algunos autores mencionan otro ingrediente,  la Sal de Henry, un derivado de magnesio, muy popular entonces que nos podría explicar el nombre original de “Británico”.

Thomas Henry (1734-1816) fue un médico y boticario inglés, que alcanzo renombre por sus productos a base de carbonato de magnesio. La Sal de Henry fue popular en Europa como antiácido y laxante.

El “jarabe” sería una decocción de estos componentes, estabilizada con vino dulce o aguardiente. Parece lógico que para que el producto se conservase largo tiempo, y viajase mucho, como parece que fue el caso, necesitaba tener un grado alcohólico suficiente.

Hacia finales del siglo XIX, “Jarabe Pagliano” era un nombre genérico, que muchos farmacéuticos elaboraban en las farmacias de todo el mundo, siguiendo las indicaciones de los formularios de la época. En los catálogos para suministro de las farmacias italianas, como el “Manzoni“ de Milán, también coexistía con la oferta de los jarabes preparados en Florencia y su competencia de napolitana,  con toda normalidad.

Dejando aparte los productos mejor o peor copiados por los competidores,  la composición iría cambiando, para adaptarse a las normativas locales.

En España se importó tempranamente de Italia. La entrada masiva de productos farmacéuticos extranjeros se vio favorecida entre los años 1841 y 1864 por la permisividad de los aranceles aduaneros.

Anuncio en prensa española. Circa 1871

Se importó el Jarabe Pagliano® de Girolamo Pagliano de Florencia, el original, así como los de otros orígenes.

A principios del siglo XX, Laboratorios Uriach, era agente exclusivo para España de los productos Pagliano. Trinidad Uriach , había conseguido contactar en aquel momento con varios laboratorios extranjeros, entre ellos Ernesto Pagliano.

Ernesto Pagliano de Nápoles y un tal Alberto Pagliano de Florencia, del que no se sabe qué relación tenía con el inventor, registraron su producto en España, en 1921, aprovechando la normativa de registro de especialidades farmacéuticas española. El Jarabe Pagliano llegó a estar entre las primeras especialidades farmacéuticas comercializadas en España.

Finalmente fue registrado como especialidad farmacéutica el mismo año por Laboratorios Uriach de Barcelona, que se hizo cargo de la fabricación del producto, según la versión de Ernesto Pagliano de Nápoles. Debieron llegar a algún acuerdo comercial porque también lo suministraban a otros  países. Parece que desde años antes la empresa Uriach ya lo suministraba, importado seguramente de Italia. Desde al menos 1903, como se deduce del anuncio.

Los hermanos Francisco y Trinidad Uriach lo registraron con una fórmula con infuso de  Sen, jalapa, escamonea y polvo de hojas de sen.

Postal publicitaria circa 1920

A finales de siglo, ya habían surgido más presentaciones, en polvo y en sellos (llamados cachets u obleas), registradas en España en 1928.

Postal publicitaria con imagen nuevas presentaciones (circa 1927)

Ejemplar de presentación en polvo (colección Serra Mandri circa 1927)

También se hicieron pomadas para la piel (herpes) y oftálmica, incluso unas píldoras de Jarabe Pagliano.  Dependiendo de la inspiración de sus diversos elaboradores.  Laboratorios Uriach también preparó dos otros productos similares, Pampagliano ® y uno llamado Calipan ®, para mejorar la presentación.

La controversia de las marcas

A mediados del siglo XIX, cuando los remedios eran secretos y no declaraban su composición, las falsificaciones abundaban, no es casual que observemos a menudo sobre los mismos, la firma del inventor y a veces su esfinge.

Pocos productos sufrieron tanto de falsificaciones como el Sciroppo de Girolamo Pagliano. Por esto la singularidad de este apartado.

Muchas de las inserciones publicitarias del Jarabe Pagliano, que he encontrado, se centran en las controversias entre supuestos “legítimos fabricantes”. Esto significa que al producto como tal,  no le hacía falta mucha publicidad y ya era conocido de boca en boca. Esta forma de publicidad reivindicativa de la legitimidad del producto, aparece en toda la prensa europea de la época, incluyendo los diarios locales.

1905, en Suiza

Pocos años después de su invención, un tal Francesco Sodini con farmacia en Florencia, en Via di Banchi cerca de Santa Mª la Novella, inventó una nueva versión, según él, mejorada del jarabe, libre de posos y otra presentación en píldoras. Se llamó “Jarabe Pagliano Perfeccionado”. Los tribunales de Florencia, le condenaron en 1854 y el producto no prosperó.

Tras muchos pleitos solo en 1901 los tribunales italianos , “Corte de Cassacione de Firenze” , fallaron a favor de Girolamo , en su larga pugna judicial con Ernesto, su sobrino napolitano y principal competidor. En realidad Girolamo ya había fallecido 20 años antes de la sentencia.

En Francia los tribunales lo consideraban un genérico. El Journal de l´Union pharmaceutique de 1864 ya había introducido el Sirop Pagliano en su lista de fórmulas tipificadas. Coexistían importadores del legítimo jarabe de Girolamo Pagliano de Florencia, como la Pharmcie du Tresor de Paris, con los de Ernesto Pagliano de Nápoles y otros que importaban o elaboraban varios “Paglianos” italianos o incluso franceses. Un tal Besson ya fabricaba el jarabe desde 1865. Al parecer en la zona de Marsella, había muchos elaboradores locales.

Pharmacie du Tresor: Postales publicitarias y anuncio en La mode illustree ( Circa 1890)

Este “Pagliano francés” fabricante del jarabe, lo menciono de forma anecdótica, por este curioso anuncio:

Anuncio de un Pagliano de Marsella, en 1895.

En el importante catalogo francés Monnot Bartholin  de 1898-99, observamos 4 marcas diferentes.

Con el fallecimiento de Girolamo Pagliano en 1881, la pugna de fabricantes se hizo más fuerte. El fabricante napolitano Ernesto Pagliano, redobló sus esfuerzos. Los florentinos sucesores de Girolamo Pagliano también.

Edoardo Bruno, esposo de Angiola María Pagliano, yerno de Girolamo Pagliano y luego cofundador de la empresa farmacéutica Menarini, debió tomar las riendas del laboratorio de Florencia, en 1898.

La competencia más fuerte fue la que enfrentó a los sucesores del inventor, con la rama napolitana de la familia. A poco de fallecer Girolamo, en 1881 y casi en forma de esquela, de gusto dudoso,  se podía leer en el Eco de Cartagena la siguiente publicidad de Ernesto Pagliano:

El Eco de Cartagena  11.10.1881

En el mismo periódico, un año después de fallecer Ernesto, encontramos a modo de respuesta, el anuncio siguiente:

El Eco de Cartagena  3.12.1886

Este Alberto Pagliano ya se manifestó en 1882, como posible sucesor de Girolamo en Florencia, con anuncios como el siguiente:

Pero el mismo año podía leerse:

El Olotense  1882

También el mismo año en los diarios italianos, aparecía publicidad de los hijos de Girolamo:

Para hacer más complicada la cosa, además de las falsificaciones, surgieron imitaciones, como la Pariglina ® del farmacéutico de Roma, Giovanni Mazzolini, que también a su vez sufrió muchas imitaciones, aunque no logró alcanzar la fama del Jarabe Pagliano.

El Jarabe Pagliano en América

La difusión en todo el mundo del Jarabe de Girolamo Pagliano, en la segunda mitad del XIX, fue muy grande y en diversos países. Se haría complicado describirlos todos. En América en parte por la importante emigración italiana. También se difundió en menor medida la versión napolitana, como podemos ver en estos anuncios.

La Prensa Libre ( Costa Rica 1891) 

Gazeta do sul  (Brasil 1891)

Concretamente en Brasil, en la obra “Exercicios Poéticos” de Francisco Moniz Barretto, natural de Bahia (Brasil), datada en 1855, encontramos este gracioso poema, “PAHEGYRlCO. OFFERECIDO A MEUS AMIGOS EM MEDICINA E PHARMACEUTICOS”, del que siguen unos recortes fácilmente comprensibles.

Parabéns, irmãos ditosos!-.../ Girólamo Pagliano /  Professor maior que.a sorte,/

Vem da doença, da norte / Salvar o gênero humano!!!

Seu antácido británico /  Siroppo di lunga vita / Depurativo, Rinfrescativo

Tem a virtude, infinita / De conservar sempre vivo, e sadio / Por graça de quem o féz

A quem o tomar a fio / Dous dias em cada mez!!!

É em Gênova o deposito / D'essa droga Divinal / Qu'ha de pôr tudo immortal;

Dom, que não confiou DEÍJS / Nem dos Apóstolos seus  / Oh! isto maravilhado    

Deixa um christão, e banhado de prazer / Da cabeça até os pés!

Tal nunca se pensou ver /  Que nem teve esse poder / A vara do bom Moysés !

E do xarope, que livra / Até de morte macaca / Foi minutado n'alfandega"

Cada vidro por pataca! / Que barata medicina! / Que panacéa divina!

Boticários, aprendeia, Preparai-a, e vendei-a /  Que do milagroso mixto, Ainda por um vintém,

Cada vidro muito além Vos levará da riqueza […]

[…] E teu nome, Pagliano, / Nos vidrinhos; estampado / Do xarope venerado
Como bebida angelorum, / Per secula seculorum / Glorificado ha de ser.

Un emigrante italiano, Orestes Bissoli, escribió otro relato donde también aparece el Jarabe Pagliano

“En vista de los médicos y Los curanderos no me curaron, me traté a mí mismo para mi curación. Empecé a comer berros, pero en abundancia y en todas sus formas, a ducharme con agua fría y a seguir una dieta a base de carne y comidas y bebidas excitantes”

Un día de mañana cayó al rio, y recogió una canasta de brezos

“Cociné los tallos, los exprimí y bebí toda el agua. Entonces, después de unos meses, comencé a sentir que mi estómago y mis órganos digestivos se movían, lo que me dio algo de dolor de vientre cuando el vientre estaba lleno. Entendí que la inflamación estaba disminuyendo y pensé que unos purgantes energéticos acelerarían la curación, así que compré 11 botellas de Pagliano para completar la cura. Las primeras dosis que tomé, trabajé muy duro; en las últimas deposiciones ponía la bilis en forma de pastillas como si fueran de jabón, pero muchas”

Sus familiares no lo vieron igual:

“Adelgacé, se me hundieron los ojos y la abuela me dijo:/‘Deja de tomar Piriano (así llamaba ella Jarabe de Pagliano) si no te mueres … ¿Qué pasa, abuela? Estoy bien.

BISSOLI, Orestes. Memórias de um Imigrante Italiano. Fund. C. Abel de Almeida, 1979.

En otro relato, “Olhares do médico – viajante italiano  Giovanni Palombini , no Rio Grande do Sul (1901-1914)” el autor indica que purgantes como “óleo de rícino”, “xarope pagliano” e “otras punições de Deus” formaban parte de los artículos de venta de los “caixeiros viajantes” , que ofrecían sus productos en los lugares más remotos de Brasil.

Català:
Història de la farmàcia. Història del disseny gràfic. Història de la publicitat. Història del medicament. Història de la medicina. Medicaments vintage.
Presentem un article sobre el Xarop Pagliano de Floréncia (Italia)


English:
History of the pharmacy. History of graphic design. History of advertising. History of medicaments. History of medicine. Vintage medicines.
We present an article dedicated to the Pagliano Syrup of Firenze (Italy)


Français:
Histoire de la pharmacie. Histoire du graphisme. Histoire de la publicité. Histoire des médicaments. Histoire de la mèdecine. Médicaments vintage.
Article dédié au Sirop Pagliano de Florence (Italie)